zumbidos de abejas o avispas o abejorros en los oídos o en la mente

sábado, octubre 24, 2009

Mi escritura

Sobre todo se trata de leer. Sí, de leer. Más que de escribir. Aunque algunos dirán también, que leyendo se escribe. Quizá lo dijo Borges. En fin, siguiendo el ejemplo de éste y muchos otros autores que han afirmado durante sus vidas que antes de ser buenos escritores fueron buenos lectores, ahora agarro y leo libro que se me pasa por enfrente. O al menos trato, considerando mi velocidad de lectura, de la que ya he hablado antes aquí.

A la par, estoy escribiendo más. Y escribiendo y tratando de definir cuál es mi voz es que me encontré pensando en Bolaño. Luego en Zambra. Pensé, también, que escribía como una mezcla entre ambos estilos. Eso hasta que me topé con el volumen de cuentos En compañía de actores, del chileno Pablo Torche, quien a su vez, por lo que entendí del epígrafe y la reseña de contraportada, escribe como -u "homeanejea", por no decir roba a- Thomas Bernhard, el gran escritor en lengua alemana del siglo pasado. Así que ahora, sin haber leido antes a ninguno de los dos, sé que escribo en un estilo aproximadamente semejante al de ambos. Ahora la pregunta es: ¿saber esto tiene utilidad?, ¿me sirve para alguna huevada? No creo.

Termino citando un pasaje del cuento La crítica de arte del libro mencionado de Torche:

"(...) Yo le pregunté a la crítica de arte cuántos meses de embarazo tenía, era una pregunta perversa, pero la crítica de arte no lo sabía, llegué y le pregunté desfachatadamente cuántos meses de embarazo tenía y la crítica de arte no se dio cuenta de que era una pregunta perversa, en realidad sí que fue un verdadero improperio llegar y preguntarle cuántos meses de embarazo tenía, me dijo, tengo seis meses, con un tono lastimero infinito, tengo seis meses dijo y yo en seguida le pregunté si iba a tener que guardar reposo hasta el parto, me sentí bien haciendo toda clase de preguntas, ya tenía también muchas otras preguntas que hacerle, la crítica de arte me dijo que no sabía si iba a tener que estar en reposo hasta el parto, la crítica de arte pinta cuadros horribles, asco, yo seguía con mis preguntas perversas porque mis preguntas perversas me caían bien a mí, me importaba un bledo cómo le cayeran a la crítica de arte, si la intoxicaban hasta matarla me importaba un bledo, qué expectativas tiene, le dije con brutalidad, ¿tiene buenas expectativas?, quería saber, ¿o expectativas horribles? Tal vez tenía expectativas horribles, de hecho, a juzgar por el tamaño de la barriga lo más probable es que las expectativas hayan sido realmente horribles, verdaderamente horribles, yo no veía ninguna posibilidad de que fueran ni siquiera normales, la crítica de arte no me respondió, simplemente dijo que no creía que aguantara hasta los nueve meses, mejor dicho, dijo que en ningún caso pensaba que podía aguantar hasta los nueve meses, que se daría con una piedra en el pecho si lograba aguantar hasta los siete meses, dijo y yo me dije, trata de aguantar por lo menos hasta los siete meses porque si no, pensé lleno de risa, vas a dar a luz una sanguijuela, a mí me dieron a luz a los nueve meses y soy apenas un poco más que una sanguijuela, la mayor parte del tiempo soy de hecho una sanguijuela, si tú das a luz antes de los siete meses, pensé, mirando su barriga, vas a dar a luz un proyecto abortado de sanguijuela, creo que se lo dije, incluso, si no me diera cuenta de que es realmente imposible que se lo haya dicho, juraría haber pronunciado las palabras "proyecto de sanguijuela", al menos la palabra sanguijuela la pronuncié, de eso estoy seguro, no sé en qué contexto, pero de que pronuncié la palabra sanguijuela la pronuncié, pero la crítica de arte no dijo nada más (...)".