zumbidos de abejas o avispas o abejorros en los oídos o en la mente

viernes, septiembre 29, 2006

¿Ojos verdes?

¿Qué se ama cuando se ama? Es una gran pregunta la que se hace Gonzalo Rojas. Pues bien, yo me enamoré de unos ojos. Unos grandes y hermosos ojos verdes. Bellísimos. Profundos y penetrantes.
¡Pero esta semana me enteré de que eran falsos! Caí entonces en un hoyo profundo, desdichado y abatido por el descubrimiento. Fue una caída larga, de muchos metros. Así la sentí. Hasta ayer creo que todavía seguía cayendo. Pero ya empiezo a superarlo.
¿Por qué lo hiciste?, te pregunto ahora. ¿Por qué? Por qué cambiar tu apariencia? ¿Por qué? ¿Por qué intentar ser otra? ¿Por qué? ¿Acaso no ves el daño que me hiciste? ¿No lo sabes, acaso?
¿Acaso fue amor lo que sentí?, me pregunto yo ahora. ¿Puede uno enamorarse de unos ojos...? ¿Y descubrir a través y desde ellos toda la profundidad e intimidad de la otra persona? ¡Estoy cansado de preguntar! Quiero respuestas. Soy, quizá, un maldito pervertido, un inmaduro superficial. Nunca lo sabré, porque nunca antes me enfrenté a este tipo de sensaciones. Créanme. He visto todo tipo de ojos claros. Verdes -opacos y otros casi transparentes-, azules o mezclados. Me fascinan. Son una de las pocas cosas que iluminan mi vida... Pero nunca vi algo como lo que vi 7 meses atrás. Ese brillo... Uf, era impresionante. Recuerdo las primeras clases. Dividieron el curso en varios grupos pequeños. Me junté con ella. Ahí fue cuando la vi, o más bien, los vi. Sólo pude mirarlos un par de segundos. Y no pude más. "No me mires más con esos ojos, o me voy a volver loco", pensé, pero no pude decírselo. De ahí en adelante pude mirarla, pero mientras la miro y hablamos lo único que pienso es "qué bella es", y no escucho nada de lo que me dice. "Qué bella es". Sí, porque ya no son sólo sus ojos, es ella toda, en su figura, en su interior. La increíble belleza que yace en sus cuencas pareciera que se expande al resto de su humanidad, más rápido que la peste o más rápido que el instante en que un pestañeo evade al picaflor que hace comunión con su preciada flor.
Me duele y me maravilla, a la vez...
Una mirada, una sola.

1 Comments:

Blogger ticho said...

Si los ojos son reales o falsos es irrelevantes en esta historia, entonces pregunto, ¿por que razón le pusiste ¿ojos verdes?.
Hay una cosa que quiza es cierta, todos los ojos son negros, están rellenos de una viscosa oscuridad profunda y siniestra, y la única forma de no ver esa oscuridad es dejar de mirar a los ojos o quiza enamorarse, ¿quien sabe?

saludos, enfermo
aun hay olor a gas

29/9/06 11:24 p. m.

 

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