Bukowski (1)
Quería seleccionar algo de Bukowski, del libro, pero ojeando y ojeando páginas la tarea se me ha hecho más ardua de lo que pensaba. Es difícil, ya que es todo tan sencillo y notable (se percibe una realidad pura y verdadera en cada capítulo)…
“(...) Una mujer me gritó:
-¡CARTERO! ¡CARTERO! ¡ESTO NO ES PARA AQUÍ!
Me di la vuelta. Ella estaba una manzana más abajo y yo ya iba retrasado.
-Mire, señora, deje la carta en el buzón. ¡La cogeré mañana!
-¡NO!¡NO!¡QUIERO QUE LA COJA AHORA!
La agitaba aparatosamente en el aire.
-¡Señora!
-¡VENGA A POR ELLA! ¡NO ES DE AQUÍ!
Oh, Cristo.
Dejé caer la saca. Me quité después la gorra y la arrojé contra la hierba. Se fue rodando hasta la calzada. La dejé y regresé andando hasta donde estaba la señora. Media manzana.
Llegué y le arranqué la carta de la mano, me di la vuelta y regresé.
¡Era un folleto de publicidad! Correo de 4a categoría. Algo acerca de unas rebajas de ropa.
Recogí mi gorra y me la puse. Volví a colocar la saca sobre el lado izquierdo de mi columna y me puse a caminar. Cuarenta grados.
Pasé por delante de una casa y una mujer salió corriendo detrás de mí.
-¡Cartero! ¡Cartero! ¿No tiene ninguna carta para mí?
-¿Qué le hace suponerlo?
-Porque mi hermana me ha llamado por teléfono y me ha dicho que iba a escribirme.
-Señora, no tengo ninguna carta para usted.
-¡Sé que la tiene! ¡Sé que la tiene! ¡Sé que está ahí dentro!
Empezó a agarrar un puñado de cartas.
-¡NO TOQUE EL CORREO DE LOS ESTADOS UNIDOS, SEÑORA! ¡HOY NO HAY NADA PARA USTED!
Me di la vuelta y me alejé.
-¡SÉ QUE TIENE MI CARTA!
Otra mujer estaba de pie en su porche.
-¿Llega tarde, no?
-Sí, señora.
-¿Qué le ha pasado al cartero de siempre?
-Se está muriendo de cáncer.
-¿Muriendo de cáncer? ¿Harold se está muriendo de cáncer?
-En efecto –dije.
Le entregué la correspondencia.
-¡FACTURAS! ¡FACTURAS! ¡FACTURAS! –gritó ella-. ¿ESO ES TODO LO QUE PUEDE TRAERME? ¿ESTAS FACTURAS?
-Sí, señora, eso es todo lo que puedo traerle.
Me di la vuelta y seguí andando.No era culpa mía que usasen el teléfono y el gas y la luz y comprasen todas sus cosas con tarjeta de crédito. Encima, cuando les llevaba las facturas me gritaban a mí, como si yo les hubiera pedido que instalasen un teléfono, o tuviesen un televisor de 350 dólares sin tener dinero para pagarlo (…)”.
1 Comments:
Great site loved it alot, will come back and visit again.
»
17/8/06 4:34 p. m.
Publicar un comentario
<< Home