zumbidos de abejas o avispas o abejorros en los oídos o en la mente

viernes, octubre 20, 2006

¡Brindemos por Gonzalo Millán!

Tal vez podría escribir toda la noche una sarta de sandeces sobre Millán, pero creo que todas no pasarían de ser pensamientos insustanciales. ¿Por qué que tanto se puede escribir sobre alguien a la hora de su muerte? ¿Realmente importa lo que digamos? ¿De qué vale hablar y hablar y hablar sobre alguien que ya no puede escuchar? Se nos fue otro Premio Nacional sin su premio nacional (porque ya ni las mayúsculas merece), rechazado por la ignorancia del pueblo chileno.
Dejémosle mejor las últimas palabras al poeta:

Testamento

Odio los testamentos y odio las tumbas.
Ch. Baudelaire

Al fuego, mi único heredero,
dejo mi noble cuerpo,
y al viento albacea,
la dispersión de mis cenizas.

Nada dejo a la tierra
que invierte
la carne en sus entrañas.

A la poesía lego
la imagen póstuma
de mi corazón martillando
como un puño de brasa
el refrigerador del infierno.

(Nota: Gonzalo Millán (1947-2006) murió en la madrugada del sábado 14 de octubre aquejado de un cáncer. Su mejor libro, dicen, es La Ciudad, que escribió en la época de la dictadura mientras vivía su exilio en Canadá)

1 Comments:

Blogger Diego Zúñiga said...

Es cierto que no sirve de mucho escribir sobre alguien cuando está muerto, pero al final tampoco está demás hacerlo, porque al final piensas en Millán y lo relees, que es lo único importante de todo esto.
Leí lo de Zurita. 2666 me parece algo superiori, nada de que le sobran o le faltan 920 páginas, sin embargo dijo algo con lo que concuerdo plenamente: la parte de los crímenes es una maravilla. Una maravilla que no deja de perturbarte. A todo esto, creo que esa parte le debe bastante al Ellroy de "Mis rincones oscuros". Le debe mucho, quizás todo.
Saludos y gracias por tus comentarios en mi blog. El lanzamiento fue ayer y salió bastante bien. En fin, estamos leyéndonos.
Saludos.

21/10/06 2:08 p. m.

 

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