Imágenes que me inspiran

- Un hombre frente a la inmensidad del desierto. Avanza, no sabe adónde pero avanza.
- Las manos curtidas, viejas, obreras, enlodadas de un hombre se juntan humildemente para recibir su paga (250 pesos apenas).
- Una balsa ínfima, diminuta, y 4 ó 5 personas en ella que se adentran en la inmensidad de dos glaciares fantásticos, descomunales. (La pequeñez del hombre frente a la grandeza del mundo, al igual que el hombre del desierto)
- Una imagen de tres planos.
Adelante: una persona caminando hacia nosotros, cuyo rostro se adivina hermoso tras la borrosidad,
En el medio: tres personas caminando en sentido opuesto a la primera, yendo directo hacia
Detrás: una cabeza de Parra que lo devora todo y a todos.
- Algo escepcional ("típico momento Kodak"): un cilindro de luz, fulgurante, poderoso, atraviesa una nube. Y sobre la nube apreciamos pequeños rayos en todas direcciones (especie de nimbo o corona de luz), como si más arriba hubiera un poder gigantesco acechándonos o una magia inimaginable protegiéndonos.
- Un rey de cristal abatido en la lucha, caído en los lindes de su reino parcelado.
- Un puente infinito que se sostiene sobre y a través del mar.
- Un niño en bicicleta se enfrenta sin mayor aviso con el reflejo y el peso del mundo (un charco que extendido por toda la vereda le impide el paso).
- El cuerpo de una mujer desnuda tendido en el suelo, en el que vemos algunos mapas y carreteras del mundo, no importa cuáles.
- Un arbol maravilloso (estoy casi seguro de que era uno de esos robles gigantes cuyas ramas llegan a extenderse hasta ocupar unos 8 ó 9 metros de diámetro, o un ombú en el invierno argentino) nevado hasta la última rama, soberbio, impresionante, único regidor entre los búfalos que lo rodeaban, quienes no podía hacer más que rendirse ante su imponente presencia .
- Una silla solitaria en un desván o buhardilla más solitaria aun y sostenida a duras penas por unas vigas de madera resquebrajada. En definitiva, un lugar abandonado por la vida hace mucho tiempo y convertido ahora, sin embargo, en una escena llena de vida y belleza. (El color azulino de la fotografía acentuaba todo esto mucho más)

Por último, dos fotos geniales:
1)Un perro echado en el suelo frente a La Moneda. Se ve pensativo, aburrido o atribulado tal vez. ¿Qué es lo que le preocupa? ¿Será que sabe tan bien como nosotros que el país no va para ningún lado? En todo caso parece no querer levantarse de ahí, fiel reflejo de lo que pasa al interior del edificio. ¿Ocio o resignación? Es igual.
2)Nuestro amado y venerado (tal vez no lo suficiente) presidente Lagos dando una conferencia sobre un entarimado y un niño sentado al borde de esta tarima tapándose los oídos. La inocencia de los niños siempre sabe reconocer las buenas cosas del mundo.

Como ya podrán adivinar esto es parte de lo que vi en el concurso FotoLibre de FotoAmérica de este año, realizado en el Parque Forestal el sábado 25 de este mes. Realmente había fotografías de excelente calidad y muy diversas también (paisajes, retratos, experimentos, mucha foto en blanco y negro, etc.) Y yo aposté por una foto de Jorge Núñez y otra de Diego Galarce. Ninguna de las dos ganó. Estos jurados de hoy en día no tienen nada de buen ojo, jajaja.