zumbidos de abejas o avispas o abejorros en los oídos o en la mente

sábado, septiembre 01, 2007

El tiempo pasa y el estado del país no cambia

Qué político suena el título, jaja. Pero no es la idea. Sólo hablo de la cultura. Seguimos siendo un país predominantemente acultural. La más clara muestra de esto es el vacío diario en el Centro Cultural Palacio La Moneda. Pero para qué seguir...
Transcribo a continuación la columna de Liberty Valance de la Revista El Sábado de El Mercurio, que apareció hoy. Este tipo (o tipa) es genial. Lo sigo desde hace tiempo. Es muy ingenioso y siempre lleno de humor y sarcasmo.

Helecho Cultural

Jean Luc Frigot, 60 años, profesor e investigador francés, estuvo en Chile para el estreno en TVN de la serie La recta provincia del puertomontino Raúl Ruiz, un director que es Premio Nacional de Arte, por lo que la serie es un hecho cultural de primer oreden.
El profesor desarrolló su labor al interior del canal público y consistió en explicar la serie a la totalidad del personal, pero un poco antes de que fuera exhibida al público.
"Fue arduo", dice Frigot y añade: "Sobre todo con los que ustedes llaman 'rostros' y en el caso del horario matinal, tengo la convicción de que fracasé".
El facultativo realizó talleres, cursillos, seminarios y exhibió tres películas de Ruiz, con el propósito de apoyar la visión global y hacer más comprensibles los símbolos e intenciones del dorector.
Las películas fueron Las tres coronas del marinero, La vocación suspendida y La hipótesis del cuadro robado, habladas en francés, pero con subtítulos en español, por cierto.
Explica el académico: "Mirado retrospectivamente, creo que fue un error. Lo lamento, realmente", dice aún triste y preocupado por unos sucesos donde se temió lo peor, pero fue falsa alarma. "Por fortuna", agrega Frigot.
El caso más dramático lo protagonizó el señor Araneda, que fue ampliamente superado por las imágenes y ante la imposibilidad de entender el significado de la película, sufrió estertores, sudor frío y un prolongado desmayo. "Se despertó diciendo quién soy, preguntando quién soy. Y no sé por qué, pero aunque todos lo sabían, nadie se lo dijo de frente".
También hubo otro malentendido. Relata el profesor. "Una señora de apellido Argandoña, afirmó que ese tipo de películas producían arrugas. Creí que era un elogio a Ruiz, cuya filmografía es casi incontable, y la felicité, porque era evidente que las había visto casi todas. Le aclaro que no hubo golpe ni carterazo. No sé si aceptó mis disculpas".
El profesor cree que otro error fue invitar a los periodistas a ver los cuatro capítulos juntos de La recta provincia, sin pausas ni cortes comerciales.
Frigot, en una libreta, anotó lo siguiente: "Bustamante: durmió como niño de pecho. Fariña: le lanzaron agua para despertarlo. Pavlovic fue el único sincero: entendió la mitad. Saavedra: dijo que su esposo era capaz de analizarla sin verla. Rincón: ronca como mujer pirata. Rebolledo: habla incoherencias, pero dormida. Álvarez: encontró que lo mejor era la fotografía y no logró decir nada más. Lavín: trató dehuir gateando. Guarello: hizo como que tomaba apuntes, hasta que lo venció el sueño".
Y para finalizar, recuerda un caso conmovedor: "Amaro llegó muy atrasado, pero igual entró y fue el único que salió con lágrimas en los ojos. Dijo que estaba emocionado por haber presenciado un hecho cultural de primer orden. Me extrañó el llanto, quise saber más y le pregunté si todos los hechos culturales lo conmovían de la misma forma. Me respondió que sólo los de primer orden".

Mi comentario final: Todos sabemos lo complejas y bizarras que resultan las películas de Raúl Ruiz para el espectador inexperto (me incluyo), por lo que no es de extrañar el efecto soporífero que causaron sus imágenes en las mentes de estos periodistas, si es que realmente ocurrió esta especie de seminario en TVN. Ya imagino el posible título: 'Claves para entender el cine de Raúl Ruiz'. Pero a menos de que estos periodistas tuvieran la capacidad osmótica de filtrar la información a pesar de estar dormidos, podemos estar seguros de que no habrán entendido nada de nada... Y también, que representan fielmente el espíritu de su país.