zumbidos de abejas o avispas o abejorros en los oídos o en la mente

domingo, abril 09, 2006

Bertoni

¿Alguien ha visto el programa La Belleza de Pensar? Es algo increíble, como nunca se había visto en Chile. Más adelante hablaré de la "situación Warnken" y de cómo hasta los más católicos son capaces de hacer cochinadas tales como la de que fue víctima este gran entrevistador.
Bueno... ¿A qué iba?... Ah sí. En este programa conocí al poeta (y fotógrafo) Claudio Bertoni (en persona y pensamiento, porque ya lo conocía de nombre) y déjenme decirles que es algo especial. Para los que no lo conocen no voy a hablar aquí de él, sino que transcribiré una poesía para... Bueno, ustedes prodán juzgar por sí mismos.

Para una joven amiga que intentó quitarse la vida

Me gustaría ser un nido
si fueras un pajarito
Me gustaría ser una bufanda
si fueras un cuello y tuvieras frío
Si fueras música
yo sería un oído
Si fueras agua
yo sería un vaso
Si fueras luz
yo sería un ojo
Si fueras pie
yo sería un calcetín
Si fueras el mar
yo sería una playa
Si fueras todavía el mar
yo sería un pez y nadaría por ti
Y si fueras el mar
yo sería sal
Y si yo fuera sal
tú serías una lechuga, una palta o al menos un huevo frito
Y si tú fueras un huevo frito
yo sería un pedazo de pan
Y si yo fuera un pedazo de pan
tú serías mantequilla o mermelada
Y si tú fueras mermelada
yo sería el durazno de la mermelada
Y si yo fuera un durazno
tú serías un árbol
Y si tú fueras un árbol
yo sería tu savia y correría por tus brazos como sangre
Y si yo fuera sangre
viviría en tu corazón

La palabra y nada más

Hace un tiempo encontré cuadernos de colegio de hace tres años (de cuando egresé) y tengo un montón de escritos sueltos entre materia y materia. Pues bien, los he estado leyendo y muchos me suenan infantiles, por decir lo menos, y otros están incompletos. Sin embargo hay uno que, si bien no dice mucho en tanto ideas nuevas, es una demostración de una veta poética muy en ciernes pero importante para mí por recordarme cómo ya tiempo atrás buscaba en mi vida la literatura. Es el reflejo de un ideal y por esto creo que le debo un espacio aquí.

Un escritor de verdad es un amante de la palabra y, como tal, la lee con admiración, pero desea también reproducirla desde su perspectiva.
el escritor siente el profundo y genuino anhelo de abrazar la palabra hasta en sus más escurridizos significados, recorrer cada letra, cada sílaba y desear que nunca acaben los momentos que conforman, porque cada palabra encierra un momento precioso y único dentro de sí; no, más que eso... ¡Todo un mundo! es lo que guardan celosamente las palabras hijas de Dios a través del hombre.
La palabra: sensual, viajera, extravagante a veces, única e indiferente al paso del tiempo... Mas para nosotros tal privilegio nos ha sido arrebatado sin conmiseración alguna y... ¡oh! cuánto desearía poder extender hasta el infinito el placer de tenerte frente a mis ojos deleitando mi espíritu, que aquel instante bello e irrepetible se prolongara más de lo que tarda el sol de la montaña en llegar al océano, más de lo que demora en transformarse en mariposa una oruga, mucho más de lo que tarda el ínfimo polen en hacer fecunda la tierna flor y aún más de lo que dura el amargo sufrimiento de la sabana en espera de la copiosa lluviosa que aplacare su sed.
Sí, seré alguien que escriba usando la palabra desde la palabra, inspirado por ella.
Y tú, futuro escritor que me estás leyendo, hombre o mujer, tu corazón entiende el mío, porque sabes lo que el poder de la palabra es. La palabra cambia pensamientos, emociones, ella puede cambiar realidades y también, vidas...
J.T.

domingo, abril 02, 2006

Aquí empieza todo

Como me encuentro en un estado de vigilia casi insostenible o de modorra palmaria para cualquiera que mire directo a mis ojos, trataré de ser breve y evitar cualquier verborrea innecesaria diciendo que este espacio lo usaré para compartir ideas, pensamientos repentinos, dudas existenciales, anécdotas, encuentros y, tal vez, pase a ser algo así como mi base de datos desde donde desplegaré cualquier clase de proyecto que se me venga en gana (literarios, deportivos, musicales, sexuales, metafísicos, y un largo etc.) con quien desee darse un pequeño tiempo de echarle un vistazo de vez en cuando a este rincón funambulesco, como le llamo. Como pueden ver por lo que he escrito, la verdad es que no tengo idea de que va a tratar esta tontería que me permito gracias al tiempo libre que no tendré (por mis estudios) y gracias al apoyo de gente que no me conoce y que jamás serán amigos míos -porque nunca conoceré a nadie (por mis estudios otra vez)-. Para partir y darles la bienvenida como se merecen he seleccionado criminalmente una estrofa de Altazor que, aparte de la belleza que encierra en sí misma, puede o no servir como declaración de principios y consejo para aquellos que todavía no saben algunas verdades trascendentales de la vida (mi humildad los dejó atónitos, ¿no es cierto?):

Altazor morirás Se secará tu voz y serás invisible
La Tierra seguirá girando sobre su órbita precisa
Temerosa de un traspiés como el equilibrista sobre el alambre
que ata las miradas del pavor
En vano buscas ojo enloquecido
No hay puerta de salida y el viento desplaza los planetas
Piensas que no importa caer eternamente si se logra escapar
¿No ves que vas cayendo ya?
Limpia tu cabeza de prejuicio y moral
Y si queriendo alzarte nada has alcanzado
Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra
Sin miedo al enigma de ti mismo
Acaso encuentres una luz sin noche
Perdida en las grietas de los precipicios

Cae
Cae eternamente
Cae al fondo del infinito
Cae al fondo del tiempo
Cae al fondo de ti mismo
Cae lo más bajo que se pueda caer
Cae sin vértigo
A través de todos los espacios y todas las edades
A través de todas las almas de todos los anhelos y todos los
naufragios

Vicente Huidobro