zumbidos de abejas o avispas o abejorros en los oídos o en la mente

martes, octubre 31, 2006

Definición

El otro día escuché algo muy interesante.
Pregunta: -¿Qué es la muerte para ti?
Respuesta: -Estar con Dios.
Jamás había escuchado una respuesta tan bella, tan simple y que dijera tanto a la vez. ¿Quién lo dijo? Pues, una niñita de no más de 8 años... Inocencia pura, ¿no les parece?

viernes, octubre 27, 2006

Propiedad privada

El niño tiene en las manos un vaso con agua que no quiere dar. “¡Es mía!”,dice. Su abuelo, que trae una gran jarra del precioso líquido, le sonríe:“Préstame tu vaso”. “Bueno, pero devuélvemelo rápido”. El viejo vacía el contenido del vaso en su jarra y la pone frente al nieto: “Si me dices cuál agua de esta agua es la tuya, te la puedes llevar.”

Alejandro Jodorowsky Prullansky

viernes, octubre 20, 2006

¡Brindemos por Gonzalo Millán!

Tal vez podría escribir toda la noche una sarta de sandeces sobre Millán, pero creo que todas no pasarían de ser pensamientos insustanciales. ¿Por qué que tanto se puede escribir sobre alguien a la hora de su muerte? ¿Realmente importa lo que digamos? ¿De qué vale hablar y hablar y hablar sobre alguien que ya no puede escuchar? Se nos fue otro Premio Nacional sin su premio nacional (porque ya ni las mayúsculas merece), rechazado por la ignorancia del pueblo chileno.
Dejémosle mejor las últimas palabras al poeta:

Testamento

Odio los testamentos y odio las tumbas.
Ch. Baudelaire

Al fuego, mi único heredero,
dejo mi noble cuerpo,
y al viento albacea,
la dispersión de mis cenizas.

Nada dejo a la tierra
que invierte
la carne en sus entrañas.

A la poesía lego
la imagen póstuma
de mi corazón martillando
como un puño de brasa
el refrigerador del infierno.

(Nota: Gonzalo Millán (1947-2006) murió en la madrugada del sábado 14 de octubre aquejado de un cáncer. Su mejor libro, dicen, es La Ciudad, que escribió en la época de la dictadura mientras vivía su exilio en Canadá)

lunes, octubre 16, 2006

Zurita y los límites de lo insoportable

El punto central de toda mi experiencia en la charla es que conocí a Zurita, en persona. ¿Fue algo fuera de lo normal? Sí ¿Fue algo increíble? Sí... pero en el sentido de que yo no creía lo que estaba viendo. Fue una experiencia horrible, que no le deseo a nadie. Yo creo que el tipo tenía una enfermedad o algo, porque los gestos que hacía no eran naturales. Él llegó, se instaló en un asiento del público primero y luego en el que dispusieron para su charla, frente a una mesa y un micrófono. Y desde el primer momento empezó con esos gestos. Ejecutó toda clase de movimientos, gesticulaciones, ademanes, mohines o como quieran llamarles. Y todo era grotesco, repulsivo. Se movía de formas inauditas, contrayendo su cuerpo y sus manos sin parar, y respiraba y suspiraba y como que se cansaba o lo agobiaba su situación. Cruzaba sus brazos a la altura del pecho y los sujetaba fuertemente (agresivamente, incluso) con sus manos. Hacía, deshacía y rehacía la posición una y otra vez a lo largo de toda la charla. En un momento levantó las manos y movía los dedos como cuando uno cuenta. En la izquierda, 4 dedos, en la derecha, 3. Izquierda: 2, derecha: 5. Izquierda: 3, derecha: 1. Y así todo el rato. Como tenía el libro delante suyo, posaba su mano izquierda sobre él, pero luego la empezaba a girar y a girar contradiciendo las leyes naturales del organismo humano.
De verdad toda la charla fue una especie de prueba a mi concentración. Muchas veces perdí el hilo de lo que hablaba. Porque me preguntaba si estaba enfermo, si era demasiado nervioso, o qué tenía este hombre; no conseguía entenderlo y me molestaba y me distraía y sus manos giraban otra vez y apoyaba sus brazos en la mesa, en el pecho y luego en las piernas en sucesiones de repeticiones interminables. ¡Oh, y su cabeza!... Su cabeza se alargaba y encogía, semejante a esos movimientos repentinos y descontrolados que tiene los búhos o las lechuzas. Yo ya imaginaba que el tipo se caía al suelo y comenzaba a retorcerse como en un ataque de epilepsia.
¡Hagan algo! ¡Ayúdenlo por favor! La próxima vez esperaré a que publiquen las charlas escritas. Sí, definitivamente es lo más sano para todos (incluyendo al expositor).

Zurita en persona

El jueves 12 fui al café literario de Providencia, a la charla de Raúl Zurita, quien hablaría del libro 2666 de Bolaño. La charla estuvo buena. La presentadora dijo que Zurita era un lector voraz y eso se notó cuando hablo de Mishima y su tetralogía, cuando nombró al albanés Kadaré, Ismail Kadaré, cuando habló de Joyce y su Ulises (Ulysses, en el original), libro que según Zurita contendría en potencia todas las historias posibles de contar, y finalmente el Finnegans Wake, en que los personajes o los libros que leen ellos (en verdad no recuerdo) están escritos en ls distintas lenguas que existen en los continentes. Esta obra salió a colación obviamente a raíz de los personajes de 2666 (alemanes, rusos, judíos (ojo, que judío ya es casi una nacionalidad, jaja), ingleses, etc.). Repitió muchas veces (en una especie de síntesis o redondeo innecesario) que hablaría de Bolaño, "un autor que me interesa tanto menos que su obra" y de su obra "que me interesa menos que la recepción que ha tenido". Del libro dijo que le sobraban 920 páginas o le faltaban 920. También dijo que el autor caía en el convencionalismo de no decir en que idioma hablaban sus personajes, porque era obvio que tenían un idioma en común, pero que Bolaño lo daba por sentado, según entendí yo. Asimismo dijo que por la sola parte de los crímenes, el libro era una obra maestra. En esa parte se habla de un lugar donde se desechan los cuerpos fallecidos de las mujeres víctimas de cruentos asesinatos en Ciudad Juarez, un lugar llamado "basural Chile", que constituye la metáfora más "potente" sobre nuestro país en la literatura chilena, según Zurita. Y por último atendió a las preguntas del público. Nada digno de poner aquí, salvo que a raíz de Estrella distante alguien le preguntó por su relación con Bolaño y el dijo que "no lo conozco, pero me gustaría conocerlo. Solo me lo topé en un esquina una vez".

martes, octubre 10, 2006

Poema

siento un aroma diferente, que invade mi cuarto solitario
quién eres? quién fuiste?
volviste desde el último y primordial estadio de tu subconsciente arrasado por demonios enfermos y delirantes?
o volviste desde la boca agria que tragó tu ser espurio limitado por una conciencia febril y primitiva?
conciencia, cuyas puertas no han sido abiertas, ni siquiera observadas, aun por el ojo que te mira desde el primer eón sito dentro del Sí-mismo que te creó?
volviste, acaso, en el último parpadeo, tierna continuación del movimiento de las esferas que inició con el roce de nuestros cuerpos desnudos, de nuestros deseos desnudos?
deseos y obsesiones que arrebaté de tu sueño moribundo e hice míos alguna vez?
no me digas que no es cierto, mi amor
no me digas que no me quieres como yo te quiero
no me digas que ya no existo más
sólo porque tuve el coraje de amarte y mi cráneo y mi corazón se deshicieron en mil pedazos en el proceso... y se esparcieron en mil partículas aparentes
no me digas lo que no quiero oír
no digas amor nunca más, amor

martes, octubre 03, 2006

Altitudes níveas

Mientras estaba en la montaña me sentí acogido y sobrecogido por ella. El cielo se abrió y el sol se me reveló por momentos como el astro-rey-de-las-cumbres, cubriéndolo todo con su calor. Había muy poca gente, por lo que pude disfrutar de una manera especial: cantando.

Dicen que dicen andan diciendo
tantas palabras que dicen mal
como un eclipse se van comiendo
la verdad

Libre es un pueblo cuando hay futuro
y hay sueños más que conformidad
Libres no es perdidos por el mundo,
libertad

A medida que descendía por las laderas silentes y solitarias, mi espíritu iba abriéndose al encanto natural del lugar.

Hoy las palabras confunden todo
muestran cincuenta y esconden cien
Tanto poder en manos de pocos
no está bien

Tiempo es dinero y dinero es todo
todo a algún precio y ningún valor
El hombre es tiempo y brotó del lodo
por amor

Se me vinieron las hermosas letras de Pedro Aznar a la cabeza, de inmediato. Quería cantar con todo lo que tenía, quería llenar espacios, y "Muñequitos de papel" fue el vehículo preciso para expresar esto. Ascendí por el andarivel, sentado, una vez más; solo, como nunca antes... Y cantaba:

Muñequitos de papel, mazapán y cordel
Quien les puso el cascabel vino a ver, bailen bien
Testaferrros del poder, sin querer
Cancerberos del querer sin poder
Muñequitos de papel sin laurel, sin laurel

En un tren fuera de riel, barco sin timonel,
las promesas del ayer, leche y miel, leche y miel
Si la historia ha de atenuar su traición
cuántas vidas de pesar pesan hoy?
Muñequitos de papel sorda piel, sorda piel

Imaginaba su voz en mi voz y ésta se encendía, traspasaba espacios. No era afinada ni desafinada, porque no había nadie más para juzgarlo. Era potente y perfecta para mí. Sólo eso importaba.
Al final del día, con el cansancio acentuando el recogimiento, me despedí apropiándome del hermoso recuerdo que conformaba todo. El piano y el sentimiento ya comenzaban a escucharse...

Cuando me vaya lejos, por caminos de piedra,
buscando de las cumbres la mejor claridad,
con un recuerdo antiguo y una esperanza nueva
formaré las canciones para mi soledad...

Cuando me vaya lejos, por tierras arribeñas
y me fatigue el áspero camino del breñal,
en el viento que pasa y en la estrella que sueña
aprenderé canciones para mi soledad...

Y si muero en las sendas, manos desconocidas
humildemente juntas sus rezos dejarán...
Y algún arriero kolla, señor de lejanías,
cantará sus bagualas para mi soledad...!

(Nota: Las primeras 4 estrofas corresponden al tema Dicen que dicen, las siguientes 2, a Muñequitos de papel, y las últimas 3, a Soledad, Jujuy 1941, éste último de Atahualpa Yupanqui y Pedro Aznar. El resto, ambos del cantante y compositor argentino Pedro Aznar)